15 consejos para elegir a dónde ir de luna de miel

.

Una parte esencial de cualquier relación de pareja es escucharse el uno al otro, y el proceso de planificar un viaje no dista mucho de esto.

Es importante tomarse el tiempo para prestar atención a qué es lo que quiere la otra persona en cuanto a sus deseos para esta luna de miel y compartir también nosotros cuáles son nuestros planes ideales.

De esta forma, de seguro será mucho más sencillo llegar a un punto en común con respecto al destino perfecto para este viaje tan especial.

Planear una luna de miel y decidir adónde ir puede ser algo complejo con tantos detalles dando vueltas, por lo que resulta útil organizarlo como una actividad que pueden hacer en pareja.

Como siempre dicen, un viaje no solo se vive cuando se hace, sino también cuando se planifica, ¿entonces por qué no hacer que esta sea una actividad más memorable y divertida para los dos?

Una idea práctica es que se tomen una semana para revisar destinos, actividades y que cada uno haga una lista de lugares (ciudades y países) y otra de actividades que les gustaría realizar allí.

Luego, se pueden reunir el fin de semana para cenar, charlar y comparar lo que escribió cada uno.

Así, ¡cuando dos sitios o actividades coincidan de sus listas pueden tomarlo como base para empezar a elegir el destino de su luna de miel!

.

Si toman un mapa o un globo terráqueo seguramente quedarán abrumados: el mundo es demasiado grande y hay tan poco tiempo para conocerlo, ¿verdad?

Es por eso que afrontar una luna de miel con todos los países del mapa en la mesa es una pésima forma de empezar a planificarla: solo lograrán abrumarse y frustrarse rápidamente (¡por cada lugar que elijan pensarán en cuántos están dejando de visitar!).

Nuestro consejo es entonces que empiecen su planificación con al menos algunos países o regiones en mente, lo que les hará la tarea mucho más sencilla.

Si no se les ocurren destinos, piensen en actividades: ¿qué les gustaría hacer en su luna de miel? Vuelvan al paso anterior de charlar sobre sus deseos y vayan achicando la lista a medida que avanzan.

Si aún no se les ocurren destinos para el viaje o, aún más probable, si los destinos a considerar son todavía demasiados, viene bien pensar en una “onda” de viaje más que en el destino en sí.

De esta manera, les sugerimos armar una lista de estilos de viaje que prefieran y así poder ir encaminándose hacia la decisión final.

¿Relajado y con poco para hacer o preocuparse? Un todo incluido en alguna playa caribeña será ideal para ustedes. ¿Acelerado y lleno de aventura? Una escapada de esquí y caminatas a algún destino de montaña quizás. ¿Para aprender de historia y arquitectura? Un recorrido por las principales capitales de Europa puede ser perfecto.

.

Si una vez que tienen una lista conjunta de destinos no logran aún acotarlos o ponerse de acuerdo, es momento de empezar a ser creativos.

Piensen entonces en combinaciones con paradas intermedias. Por ejemplo, si uno quiere ir a la ciudad y otro a la playa, puede ser conveniente hacer una escala en alguna capital bulliciosa un par de días antes de ir a ese hotel frente al mar a relajarse.

Otra opción es buscar destinos que ofrezcan ambos extremos: naturaleza y ciudades, calor y frío, aventura e historia. Por ejemplo, países grandes como EE.UU., Argentina o México suelen tener climas variados, paisajes diferentes y opciones que, de una u otra forma, satisfacen a todos.

Si sus estilos de viaje son muy diferentes, piensen en los puntos en común con cosas que les gustan hacer en casa. ¿Quizás sea cocinar? Un viaje a la Toscana a aprender recetas italianas puede ser perfecto.

Todos jugamos ciertos roles en la pareja y seguramente sean los mismos que tendremos durante la planificación de un viaje.

Puede que ambos participen igualmente del armado de su luna de miel, o puede que uno prefiera encargarse más que la otra persona, y eso también está bien. Sin embargo, es importante hacernos cargo de esto y aceptar nuestros roles en el proceso.

Así, la persona que quiere organizarlo todo y no delegar deberá asumir lo pesado de la tarea, mientras que quien prefiera no encargarse de los detalles de la planificación no tendrá después la opción de quejarse si no le gustan las opciones elegidas.

Lo mejor es, ante todo, lograr un equilibrio. Por más que uno se quiera encargar más que el otro, es importante comunicarse a medida que avanzamos con el proceso e intentar resolver los aspectos principales en conjunto.

.

Una buena forma de acotar nuestra lista de destinos y actividades es, obviamente, el presupuesto.

No vale la pena planificar media luna de miel para darnos cuenta a esa altura que no vamos a poder costearla.

Por eso, si su lista de opciones se sigue alargando, una excelente opción es entonces enfrentarla al dinero que podemos tener disponible para armar el viaje.

De esta manera, y siendo lo más realistas posible, podremos seguramente tachar algunos destinos o actividades que deberán quedar para alguna otra aventura en el futuro.

Si quieren buscar destinos que sean especiales para su primer viaje como recién casados, tomarse esta oportunidad para explorar sus raíces familiares puede ser una gran idea.

De esta manera, la luna de miel puede convertirse en un viaje al pasado de sus familias, su cultura y tradiciones.

Por ejemplo, pueden planificar un itinerario visitando los pueblos donde nacieron sus antepasados y también sumar algunas actividades locales para aprender las costumbres y recetas del lugar.

.

Otra forma de acotar sus opciones y tener una idea más clara de adónde ir de luna de miel es considerar la cantidad de días que tienen disponibles.

Seguramente debamos tomar vacaciones o días de descanso del trabajo o el estudio para este viaje, y eso tendrá también un efecto sobre nuestro destino.

Por ejemplo, si tienen solo 10 días de luna de miel y viven en Europa, un viaje a Nueva Zelanda que implica dos días de vuelos (¡y sin contar el jet-lag!) no suena muy apetecible.

El clima es algo también esencial a considerar con respecto al destino de nuestra luna de miel.

Si su viaje debe ser en ciertas fechas fijas es recomendable planificarlo de acuerdo las temporadas en cada sitio.

Por ejemplo, si deben viajar en enero puede que un invierno en Europa no sea lo más atractivo. Del mismo modo, conviene evitar los meses de lluvia o huracanes en los destinos de playa.

Más allá de estos extremos, y si creen que pueden soportar un clima no tan perfecto el 100% del tiempo, las temporadas medias son una buena opción para evitar las muchedumbres en muchos sitios, así como los precios excesivos.

.

¿Tienen pensado algún destino pero no están seguros de que se amolde a sus gustos y lo que quieren hacer en su luna de miel?

Nada mejor entonces que dedicar el tiempo necesario a investigar y aprender sobre él.

Conocer mejor nuestro destino de viaje de antemano es la mejor forma de asegurarnos de que estamos comprando el pasaje al sitio correcto y donde vamos a poder pasar la luna de miel de nuestros sueños.

Si tienen varias ideas dándoles vueltas por la cabeza pero no logran decidirse aún, les dejamos aquí algunas lecturas recomendadas que pueden serles de ayuda:

– Cómo planear una luna de miel en Argentina

– Cómo planear una luna de miel en Australia

– Cómo planear una luna de miel en España

– Cómo planear una luna de miel en Filipinas

– Cómo planear una luna de miel en México

– Cómo planear una luna de miel en Tailandia

Como siempre decimos, un viaje es lo que hacemos nosotros de él, y una luna de miel lo es aún más.

No intenten copiar lo que hacen otras parejas o seguir al pie de la letra las recomendaciones ajenas. Si les gusta hacer senderismo, ¿por qué deberían entonces ir a un Todo Incluido a una playa?

Pongan siempre como prioridad sus gustos y deseos: ese será el camino más corto a encontrar su destino perfecto de luna de miel.

.

Pensar en todas las opciones disponibles al momento de considerar adónde ir de luna miel puede ser abrumador: playas, resorts, ciudades, museos, spas, caminatas y tantas actividades que parecen ser imperdibles e infinitas.

Es importante entonces siempre recordar que este es solo el primer viaje de muchos que seguramente tengan juntos a partir de ahora.

Por lo que si en este momento no tienen el dinero o el tiempo suficiente para hacer todo lo que planean, ¡ya lo tendrán más adelante!

Pensar adónde ir de luna de miel y lograr encontrar un destino que deje contenta a ambas partes puede parecer algo difícil al principio, pero recuerden que se trata siempre de pasarla bien y disfrutar del proceso.

Más allá de los compromisos, el debate y la logística, no lo olviden: ¡este viaje debe ser algo especial y un momento para comenzar a crear lazos y festejar su unión como pareja!

Como ven, hay muchas cosas a considerar para elegir nuestro destino de luna de miel, pero nuestros gustos y preferencias como pareja y en conjunto deberán ser los principales a tener en cuenta.

¡Esperamos entonces con estos consejos prácticos haberlos ayudado en el proceso de decidir a dónde ir de luna de miel!