Cómo planear una luna de miel paso a paso
Planear una luna de miel implica toda la emoción de realizar nuestro primer viaje como una pareja casada, y con eso hay muchas decisiones que debemos tomar antes de embarcarnos en esta aventura.
Por tratarse de un viaje tan especial, conviene dedicarle el tiempo necesario para no tomar decisiones apresuradas que luego puedan arruinar nuestros planes.
Para esto, les recomendamos leer la siguiente guía, donde van a poder encontrar los principales puntos clave necesarios para saber cómo planear una luna de miel paso a paso.
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El primer tema a tener en cuenta con respecto a nuestra luna de miel será el factor del tiempo.
Antes de comenzar a buscar destinos y pasajes de avión, piensen: ¿cuántos días tenemos disponibles para dedicar a nuestra luna de miel?
En este caso, será cuestión de considerar nuestros días de vacaciones del trabajo o el estudio para asignarlos a nuestro primer viaje oficial como pareja.
Algo importante que debemos pensar aquí es en evitar buscar destinos demasiado alejados si tenemos pocos días para hacer el viaje.
De esta forma, si tenemos tan solo una semana conviene acotarnos a destinos en regiones cercanas o países limítrofes, para disminuir los tiempos de transporte y no agotarnos demasiado sin tiempo de recuperarnos antes de emprender el viaje de vuelta.
Si contamos con al menos 2 o 3 semanas ya podemos pensar en sitios más alejados, que si bien implican mayores tiempos de traslado, nos dan el tiempo suficiente para descansar después una vez que lleguemos a destino.
Otra cuestión temporal a considerar es la de las estaciones. En este sentido, conviene informarnos sobre las temporadas altas y bajas en nuestros destinos predilectos y ver cuáles son las que coinciden con nuestras posibles fechas de luna de miel.
Así, es importante considerar los climas extremos en sitios como el Caribe o el Sudeste Asiático, donde nuestro viaje se puede ver arruinado por monzones o huracanes en ciertos meses del año.
Además, la elección de una u otra temporada va también a tener un efecto sobre nuestro presupuesto final, dado que los precios suelen ser más altos en la temporada alta de vacaciones y menores en los meses de menos turismo.
Una buena alternativa suelen ser las temporadas medias (primavera u otoño en muchos sitios), donde los precios no solo son más moderados que en la temporada alta sino que también hay menos concentración de visitantes.
La opción del Todo Incluido o incluso del viaje preparado al 100% por la agencia turística solía ser hasta hace algunos años la opción predilecta por la mayoría de las parejas al pensar en su luna de miel.
Si bien esta alternativa cuenta con varias ventajas y para muchos es la opción más adecuada, no siempre es la que mejor se amolda al tipo de viaje que soñamos y puede que no logre satisfacer todas nuestras necesidades.
Con la gran cantidad de recursos disponibles en Internet hoy en día, planificar un viaje por nuestra cuenta es mucho más fácil de lo que parece.
Desde poder elegir nuestro itinerario, la cantidad de días en cada destino y hasta los hoteles y tours que preferimos versus una versión de molde con cero personalización, planear nuestra luna de miel por nuestra cuenta tiene muchísimos beneficios.
De esta forma, no solo puede lograr ser algo completamente adecuado a nuestro sueño del viaje ideal sino que su planeamiento puede convertirse en una muy buena actividad para realizar como pareja.
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Si bien planear una luna de miel por nuestra cuenta puede ser sencillo si solo tenemos pensado visitar un único destino, al ampliar el viaje a varios puntos en el mapa esto puede parecer más complicado.
Sin embargo, como ya mencionamos, no tiene por qué serlo, y planificar un viaje de este estilo es más que posible.
En este caso, deberemos por un lado pensar bien cuál será nuestro punto de partida y final en el viaje que, aunque suelen coincidir si compramos un boleto ida-vuelta cerrado, puede también variar en algunos casos.
Además, es importante pensar en una cantidad de destinos razonable dentro del tiempo que tenemos. De esta forma, no conviene incluir demasiados sitios si contamos con pocos días para nuestra luna de miel.
Del mismo modo, los tiempos de traslado son claves a considerar en este tipo de viaje. Tanto las distancias como las formas de transporte serán los que determinen cuánto tiempo deberemos asignar a movernos entre un sitio y otro.
Es importante recordar que los traslados implican un gran gasto de energía y deberemos priorizar nuestro descanso al llegar a destino y no intentar agregar demasiados trayectos en poco tiempo, lo que logrará solamente que terminemos agotados.
Por último, conviene también pensar en algunos días de “ajuste” al principio del viaje (como para recuperarnos del jet-lag, por ejemplo) así como de descanso final antes de terminar el viaje (¡como para que no necesitemos unas nuevas vacaciones al regresar a casa!).
¡Este es el momento para empezar a soñar! Aquí se trata de dar vueltas al globo terráqueo y comenzar a fantasear sobre dónde queremos pasar esos primeros días después de casados.
Para ir acotando opciones, conviene leer y revisar guías de destinos de viaje para saber cuál nos gusta más o tiene más sentido para el estilo de luna de miel que queremos tener.
Algunas recomendaciones de lectura para ir eligiendo tu destino de luna de miel:
– Cómo planear una luna de miel a Australia
– Cómo planear una luna de miel a España
– Cómo planear una luna de miel a Croacia
– Cómo planear una luna de miel a Italia
Aquí es cuando ya deberemos empezar a pensar en nuestro presupuesto y comenzar a ahorrar.
Para esto, deberemos investigar especialmente los costos principales como vuelos y hospedaje y, a partir de eso, tener un estimativo de lo que costará nuestra luna de miel.
Un sistema útil para ahorrar es dividir el total de gastos entre los meses que faltan para ver lo que deberemos ahorrar cada mes.
En este punto es conveniente ya elegir bien las fechas de nuestro viaje y pedir permiso, si es necesario, en el trabajo.
Recordar la cuestión del tiempo que consideramos al principio, tanto en los días disponibles como para considerar si la época es la mejor o no para viajar a ese lugar.
A esta altura deberemos ya comenzar a concretar: será el momento de comprar los boletos de avión, revisar si necesitamos visas o permisos y asegurarnos de que nuestros pasaportes estén al día para el momento del viaje.
Además, si vamos a visitar diferentes destinos, conviene terminar de esbozar nuestro itinerario para el siguiente paso.
Por último, si tu luna de miel va a ser en algún destino tropical o con riesgos sanitarios, conviene averiguar con qué vacunas deberás contar para tu viaje y concretar una visita al médico para obtenerlas.
Con nuestras fechas ya concretas y los pasajes reservados, este es el punto en el cual deberemos finalizar el resto de los detalles.
Aquí conviene ya reservar los hoteles, las atracciones que queramos visitar y los tours que nos interese hacer. También es el momento para comprar los boletos de traslados entre diferentes destinos.
Si su plan incluye alguna cena especial en un restaurante de mucha demanda o de estrella Michelin o algún spa exclusivo dentro de un resort, conviene que también lo reserven con suficiente anticipación.
¡Ya casi estamos! En este último mes deberán encargarse de dar los toques finales.
Esto incluye, por ejemplo, comprar lo que haga falta, desde cuestiones de equipaje (una nueva maleta o traje de baño), seguro de viaje (¡esencial para cualquier viaje!) o tecnología (una nueva memoria para la cámara, por ejemplo).
Si tomamos alguna medicación, este es el momento de asegurarnos de que vamos a tener suficientes dosis para nuestro viaje o hacer una visita a la farmacia de lo contrario.
Conviene también a esta altura preparar todo nuestro papeleo del viaje (pasajes, reservas, permisos) en una pequeña carpeta para presentar en los sitios que haga falta. Además, recomendamos llevar todo (inclusive escaneos de nuestros pasaportes) en copias digitales en el teléfono.
Por último, si vas a necesitar alguna moneda extranjera en tu destino, conviene cambiar algo de dinero para tener al llegar o al menos contar con una moneda de amplia distribución (como dólares).
Si vas a viajar al exterior también conviene, unas semanas antes, avisar a tu banco que vas a utilizar tus tarjetas afuera de tu sitio de residencia para que no lo tomen como actividad sospechosa.
Ya lo hemos visto en las películas: la pareja que se casa y automáticamente esa misma noche sale de viaje en su luna de miel.
Sin embargo, en la práctica esto no solo implica el stress que conlleva una boda, ¡sino que como si fuera poco le sumamos la planificación de un viaje casi a la par!
Por eso, si no tienen ganas de lidiar con todo junto, puede ser una buena idea pensar en una luna de miel para al menos unas semanas después de que se lleve a cabo la boda.
De esta forma, no solo tendrán un respiro entre ambos eventos para dedicarles el tiempo necesario, sino que la luna de miel puede se convertirá en algo que esperarán con ansias después de que pase la agitación del día de su casamiento.
Por último, la flexibilidad con las fechas sirve para amoldar su luna de miel a la mejor época para visitar su destino, que no siempre coincide con las fechas de su boda.
Por más que todos tenemos esos viajes que siempre hemos querido hacer, este no es el momento de cumplir sueños personales.
Una luna de miel se trata de un viaje de a dos, y es mejor concebirla desde el principio como tal. Este es el momento de ponerse en sintonía y unir esfuerzos para lograr el mejor recuerdo de su primer viaje oficial como recién casados.
Siéntense a hablar de ideas que tengan, destinos que les llamen la atención, actividades que les gustaría hacer: su luna de miel debería ser un reflejo de quiénes son como pareja.
Todos estos factores harán también que puedan acotar más sus opciones, y las combinaciones harán que se les ocurran viajes que quizás no tenían siquiera pensados en un principio.
¿A uno le gustan los museos y a otro la buena comida? París puede ser el destino ideal. ¿Playas paradisíacas e historia? México puede dejar a ambos contentos. ¡Nada mejor que una buena tormenta de ideas entre dos para lograr resultados creativos!
Al momento de planear una luna de miel es importante tener en mente un presupuesto realista y que sea acorde a lo que podemos costear.
Para esto, conviene pensar en qué es lo que queremos hacer y buscar destinos que se amolden a lo que buscamos.
Una buena forma de saber los costos aproximados es investigar cuáles son los gastos principales: vuelos, traslados, alojamiento, comida y atracciones.
Por último, si ya tienen gran parte de su casa equipada y necesitan algo de ayuda con los gastos de su luna de miel, una buena idea puede ser registrarse para un fondo de luna de miel con el que los invitados a su boda pueden colaborar en lugar de hacerles regalos que ya tienen.
Por más que parezca un detalle ínfimo, el empacar es uno de los aspectos de un viaje que peor suele salirle a casi todo el mundo.
Al momento de pensar en su luna de miel seguramente no quieran imaginarse cargando con valijas pesadas bajo un sol abrasador para llegar hasta su hotel.
Por eso, piensen muy bien en todo lo que planean llevar y hagan una lista detallada (que vale la pena revisar varias veces) de todo.
Para empacar de forma inteligente es clave pensar en conjuntos de acuerdo a los días que vamos a estar y amoldados al clima de nuestro destino.
Además, olvídense de las cosas que sean “por las dudas”, que luego solo implicarán peso extra con el que acarrear.
Planear una luna de miel y una boda puede resultar algo apabullante de a ratos si pensamos en la presión que sentimos para hacer de estos eventos algo tan especial y perfecto.
Sin embargo, recuerden que el objetivo final de esto es compartir estos momentos juntos como pareja, algo que recordarán durante años en su matrimonio.
Por eso, incluso si alguna cosa no termina saliendo como lo planificaron (y siempre suele haber algo) ¡tómenlo como una gran anécdota de la cual podrán reírse juntos más adelante!
Como ven, planear una luna de miel por su cuenta puede tener muchísimos beneficios, desde convertirse en un excelente plan para hacer en pareja hasta lograr un viaje 100% personalizado según sus preferencias.
¡Esperamos que esta guía para planificar su luna de miel les sirva de ayuda para poder armar la suya!
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